Drenaje linfático y presoterapia: cuáles son sus diferencias

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En el post de hoy vamos a hablar de dos técnicas que persiguen los mismos objetivos y que, al contrario de lo que mucha gente piensa, son complementarias entre sí. Hoy conoceremos las diferencias entre drenaje linfático y presoterapia

Drenaje linfático

Empezaremos por el drenaje linfático ya que es la terapia más antigua (su origen data de los años 30), la cual se basa en un masaje suave, con movimientos armónicos, totalmente indoloro, siguiendo una dirección apropiada a través de los vasos linfáticos, estimulando el movimiento de la linfa y así limpiando las zonas congestionadas, con el fin de expulsar el exceso de toxinas, grasas y líquidos.

Después de leer en qué consiste el drenaje linfático puede que te preguntes, ¿y qué es la linfa? La linfa o líquido linfático es un líquido transparente que circula por nuestro sistema linfático y transporta células que ayudan a combatir las infecciones y otras enfermedades.

Y es que nuestro sistema linfático no dispone de un mecanismo que, por sí solo, haga circular esta linfa por nuestro cuerpo. Ésta, por el contrario, se mueve de manera natural y lentamente desde los tejidos corporales hasta la sangre, aprovechando las contracciones musculares. 
Resumiendo, podríamos decir que el sistema linfático cumple una doble función: por un lado depuración, al eliminar del organismo las toxinas y sustancia de deshecho, y por otro la de protección al adecuar  la respuesta de nuestro sistema inmunitario frente a bacterias, virus y otras sustancias extrañas que puedan llegar al interior del organismo.

5 beneficios del drenaje linfático manual

  1. Ayuda a reabsorber los líquidos.
  2. Aliado perfecto contra el estrés ya que produce un efecto de relajación al tratarse de un masaje suave y con movimientos armónicos.
  3. Mejora y potencia las defensas de nuestro organismo.
  4. Tiene una acción sedante sobre el dolor.
  5. Reduce un buen número de inflamaciones, incluyendo aquellas que surgen en pacientes sometidos a largos periodos de inmovilidad.

Presoterapia

Se trata de uno de los tratamientos que está teniendo gran aceptación en los últimos años, tanto por sus beneficios para la salud como en el ámbito de la estética. Surgió 30 años más tarde que el drenaje linfático, y sus primeros usos fueron orientados al tratamiento de  problemas vasculares derivados de las vasectomías. Con el paso del tiempo, se fue descubriendo que se trataba de una técnica muy efectiva también para otras dolencias y problemas estéticos como la celulitis o las acumulaciones de grasa en determinadas partes del cuerpo.

Hace un tiempo, publicamos en nuestro blog un interesante post donde te explicamos en qué consiste está técnica que surgió allá por los años 60 para tratar los problemas vasculares derivados de las vasectomías y que, con el paso del tiempo, se ha demostrado también muy efectiva para el abordaje de otras dolencias y tratamientos estéticos.

Una vez que tenemos claro en qué consisten ambas técnicas, vamos a descubrir las diferencias entre drenaje linfático y presoterapia

5 Diferencias entre masaje linfático y presoterapia

  1. Aunque suene obvio, la gran diferencia entre drenaje linfático y presoterapia radica en que  la primera de ellas es aplicada por un profesional fisioterapeuta, mientras que la presoterapia es llevada a cabo por un traje de presión de aire o neumático.
  1. Gracias a los masajes manuales, el drenaje linfático nos permite llegar a zonas a las que la presoterapia no puede hacerlo. De esta manera, nuestros fisioterapeutas pueden palpar el estado del sistema linfático y trabajar más aquellas zonas que lo necesiten. 
  1. Mientras que el drenaje linfático ha de aplicarse en seco o con ayuda de polvos de talco, la presoterapia permite el uso de cremas anticelulíticas y otros productos que aumentan su efectividad y mejoran el resultado final.
  1. La intensidad del drenaje linfático manual es mucho menor que en presoterapia, por lo que se adapta mejor a personas frágiles o débiles. De hecho, es el mejor tratamiento para pacientes oncológicos que han sufrido la extirpación de sus glándulas linfáticas.
  1. Por último, el tiempo que necesitaremos para realizar un masaje linfático es mayor a un tratamiento de presoterapia.  

En resumen ambos son tratamientos complementarios y no tienen apenas efectos secundarios, siendo apropiados para casi todo el mundo. Antes de decidirte por cualquiera de estas dos técnicas, te invitamos a que contactes con nosotros para que podamos valorar cuál de ellas es la más indicada para tí.