Disciplinas de la Osteopatía

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En la Osteopatía es fundamental una visión global y holística de la persona, ya que observa la lesión o disfunción, además de observar al cuerpo humano desde un punto vista analítico y focalizado, tiene la vocación de tratar teniendo en cuenta las influencias estructurales viscerales y psico-emocionales en la relación salud-enfermedad. El objetivo de la osteopatía, por lo tanto, es diagnosticar y tratar al paciente como un todo; es decir, en su globalidad, de manera holística.

Disciplinas básicas de la osteopatía

La osteopatía tiene tres disciplinas básicas:

  1. Osteopatía Estructural: Se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las disfunciones o alteraciones del sistema músculo-esquelético.
  2. Osteopatía Visceral: Se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las disfunciones viscerales. Esta disciplina no trata patologías orgánicas: hepatitis, cálculos…
  3. Osteopatía Craneal: Se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las disfunciones de las articulaciones de los huesos del cráneo y su conexión con la biomecánica del sacro, relacionada con el cráneo, principalmente, por su conexión a través de las meninges.

Hay que tener siempre las tres disciplinas en cuenta ante un proceso patológico, ya que la disfunción; en una de ellas puede llevar a disfunciones en las otras dos y desencadenar un mecanismo lesional que habrá que reequilibrar y rearmonizar mediante las tres disciplinas de la osteopatía que forman parte de un todo.

Técnicas osteopáticas

Para solucionar las disfunciones somáticas encontradas durante la valoración diagnóstica del paciente la osteopatía estructural tiene un gran repertorio de técnicas que podremos utilizar según nos convenga. Algunas son:

  • Técnicas de Partes Blandas:

Son maniobras aplicadas a cualquier tejido, a excepción del tejido óseo. Habitualmente implican estiramientos transversales, estiramientos longitudinales, presión profunda, tracción y separación del origen e inserción de los músculos. Los objetivos de estas técnicas son:

Ampliamente utilizadas con fines diagnósticos y terapéuticos combinados.

Preparan las partes blandas para otro tipo de maniobras.

También pueden utilizarse como tratamiento manual único.

  • Técnicas de Energía Muscular

Es un método de tratamiento de medicina manual que implica la contracción voluntaria de los músculos del paciente en una dirección controlada con precisión, con niveles de intensidad variables y contra una determinada resistencia aplicada por el terapeuta. Esta técnica también se denomina «técnicas activas», ya que el paciente contribuye a la fuerza correctiva, y se puede influir con esta técnica en la función de cualquier articulación del cuerpo. Su eficacia está relacionada con el posicionamiento exacto y directo del paciente en cada manipulación, por ello tenemos que encontrar la barrera motriz y liberar la tensión reactiva hasta conseguir liberar la restricción mecánica.

  • Técnicas de Movilización

Son lo que habitualmente conocemos como «manipulación articular». Pero, la asociación del término a la producción de un chasquido articular, ha llevado a cambiar su terminología y a hablar de técnicas de movilización. Está manipulación se define como la aplicación terapéutica de la fuerza de las manos, que englobaría toda acción mecánica sobre las articulaciones producida por las manos del terapeuta.

Van a existir técnicas con o sin impulso; que son técnicas de acción directa que sólo difieren en la fuerza activadora externa que se usa. A menudo, se combinan. Se comienza sin impulso para, tras varias repeticiones; aplicar un impulso. Destacar la técnica sin impulso o técnica articulatoria, que consiste en aplicar fuerzas de manera repetitiva contra la barrera de restricción con la finalidad de aumentar la amplitud de movimiento de una articulación hipomóvil.

  • Técnicas Funcionales

Dentro del concepto osteopático, cuando se habla de funcional se hace referencia a una forma de diagnosticar y normalizar las disfunciones somáticas. El término funcional se define por contraposición a estructural, y hace referencia a dónde se encuentra la barrera motriz. Por eso, se habla de técnicas funcionales cuando la movilización se realice buscando alejarse de la barrera motriz y no haya participación activa por parte del paciente, y la vuelta a la posición neutra debe ser pasiva, lenta y sin sorpresas.

Además, se hace énfasis en el componente neurológico de la disfunción somática, prestando más importancia a la calidad de la limitación del movimiento que a la cantidad. Es decir, no se pretende excluir la cantidad de movimiento articular como parámetro de valoración del estado de salud del individuo, sino que se trata de enfocar sobre el resto de parámetros difícilmente cuantificables, pero de capital importancia para la correcta función del organismo.

10 reglas de la manipulación articular

Para manipular las articulaciones debemos seguir estas reglas:

  1. El paciente debe estar relajado.
  2. El terapeuta debe estar relajado y realizar una presa indolora, firme y protectora.
  3. Sólo se moviliza una articulación cada vez.
  4. Se restaura tan solo un movimiento articular cada vez.
  5. Al realizar la movilización se desplaza una parte de la articulación sobre la otra, que se mantiene fija.
  6. La amplitud de movilidad no ha de ser mayor que la que se obtiene en la misma articulación del lado sano.
  7. Jamás deben utilizarse movimientos anormales o forzados.
  8. El movimiento manipulativo es un movimiento seco y repentino, efectuado con velocidad, que ocasione una apertura de la articulación de aproximadamente 3 mm.
  9. La movilización terapéutica se realiza cuando se ha alcanzado la máxima tensión en la articulación.
  10. No se lleva ningún tipo de maniobra terapéutica en presencia de inflamación o enfermedad articular u ósea.