Vuelta al cole… y a las mochilas. Cómo prevenir lesiones de espalda en los más pequeños

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Llegó el final del verano y con él la vuelta al cole para niños y adolescentes. Después de tres meses de vacaciones toca echarse nuevamente a los hombros las mochilas cargadas de libros. Por esta razón en el post de hoy vamos a daros unos sencillos tips o consejos para saber cómo prevenir lesiones de espalda en los más pequeños.

Y es que las mochilas siguen siendo la principal forma para que los niños y adolescentes transporten sus libros y útiles escolares. Si bien en los últimos años han surgido los trolleys o mochilas con ruedas, la tradicional con asas y a la espalada sigue siendo la más popular.

Éstas últimas están diseñadas para distribuir el peso de la carga entre algunos de los músculos más fuertes del cuerpo, pero ya sea por un exceso de peso o por un uso incorrecto pueden provocar lesiones de espalda en los chavales que pueden, a su vez, derivar en dolor de espalda, cuello, hombros, o problemas posturales.

La espalda de los niños en más vulnerable que la de los adultos. Sus huesos se están formando, por lo que cargarles con un peso excesivo o no llevarlo de forma adecuada puede producirles, como hemos dicho antes, dolores en espalda, cuello y hombros o dañar músculos y articulaciones. No cargar sus mochilas más de la cuenta y enseñarles a llevarlas correctamente es de vital importancia para la salud de su espalda hoy y en el futuro.

Por este motivo, vamos a hablar de la vuelta al cole y de cómo prevenir lesiones de espalda en los más pequeños.

Consejos para prevenir lesiones de espalda a causa de las mochilas escolares

  • Utilizar siempre los dos tirantes o asas para los hombros. Llevar la mochila colgada de un solo hombro puede derivar en dolor de espalada, hombro o malos hábitos posturales.
  • Es importante que expliquemos al niño cual es la mejor manera de echarse la mochila a los hombros. Debe flexionar ambas rodillas para agacharse, y nunca doblarse  por la cintura cuando lleve o levante una mochila pesada.
  • En la línea del punto anterior, debemos permanecer atentos a que el niño no camine  encorvado. La cabeza, el cuello y el tronco deben estar alineados.
  • La mochila siempre debe quedar pegada al cuerpo. Para ello, los tirantes deben de ir bien apretados.
  • Organizaremos la mochila de modo que se usen todos sus compartimentos. Ubicaremos los artículos más pesados lo más cerca posible del centro de la espalda.  
  • Educar al niño para que lleve el material escolar necesario para ese día. De esta manera evitaremos que cargue con un sobre peso innecesario.
  • Si el niño utiliza mochila con ruedas tipo trolley, debemos evitar que cargue la mochila usando el asa desplegable, porque el golpe con los escalones reducirá la vida de la mochila.

¿En qué debemos fijarnos a la hora de elegir la mochila adecuada?

  • Tirantes anchos y acolchados en los hombros. Los tirantes estrechos pueden incrustarse en los hombros. Esto puede causar dolor y restringir la circulación.  
  • Dos tirantes para hombros. Las mochilas de una solo tirante para el hombro que atraviesa el cuerpo en diagonal no distribuyen el peso equitativamente.  
  • Respaldo acolchado. Éste protegerá al niño contra bordes filosos de objetos que estén dentro de la mochila y aumenta la comodidad.  
  • El uso de un cinturón en la mochila, puede ayudar a distribuir el peso de una carga pesada de manera más pareja.  
  • Mochila liviana. La mochila en sí no debería agregar mucho peso a la carga. De hecho, se recomienda que el peso máximo de las mochilas de los niños no supere en ningún caso el 15% de su peso corporal (lo ideal sería que no superase el 10%).
  • Mochila con ruedas. Tal y como hemos mencionado anteriormente, este tipo de mochilas son una buena opción para estudiantes que deban llevar una carga pesada.