Articulación temporomandibular (ATM): dónde se encuentra, para qué sirve y qué patologías suelen afectarla

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En el post de hoy vamos a “descubrirte” una de esas articulaciones de nuestro cuerpo de la que seguramente no hayas oído hablar: la Articulación Temporomandibular o ATM. Veremos dónde se encuentra, para qué sirve y qué patologías suelen afectarla. 

Pero antes de profundizar, comencemos por el principio…

¿Qué es la articulación temporomandibular (ATM)?

La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación integrada por la parte superior de nuestra mandíbula y el hueso temporal del cráneo. Este hueso actúa como una especie bisagra deslizante y la complejidad de esta movilidad a la que está expuesto suele hacerle proclive a padecer problemas o determinadas patologías de las que hablaremos más adelante.

Tenemos dos ATM en nuestro cuerpo (una a cada lado de la cara), y ambas están compuestas por ligamentos, músculos, irrigación vascular y nerviosa, y su principal función es unir los huesos de la cara con el cráneo.  

En cuanto a los tipos de movimientos que lleva a cabo, estos son básicamente tres: hacia arriba y hacia abajo, hacia delante y hacia atrás, y hacia ambos lados.

Principales funciones

La ATM permite a la mandíbula ejecutar variados movimientos: movimientos de descenso y elevación (apertura y cierre), movimientos de proyección hacia delante y hacia detrás (protrusión y retrusión) y movimientos de lateralidad.

Dicho de otra forma, la ATM permite que las personas puedan abrir y cerrar la boca para realizar funciones tan cotidianas e inconscientes como…

  • Hablar.
  • Morder.
  • Respirar.
  • Masticar.
  • Bostezar.
  • Sonreír.
  • Soplar.

¿Qué patologías o lesiones pueden afectar a nuestra ATM?

Igual que a cualquier otra articulación del cuerpo, la ATM puede fracturarse, inflamarse y doler, lo cual limitará considerablemente el movimiento de nuestra mandíbula inferior, e irradiando el dolor a la cabeza y al área del cuello. 

Otros síntomas pueden ser:

  • Dolor en la cara y la propia mandíbula.
  • Un cambio en la forma en la que los dientes encajan entre sí.
  • Espasmos musculares alrededor de la mandíbula. 
  • Dolor en la zona de las orejas.
  • Dolor en ambos lados de la cabeza.
  • Dolor en un lado de la cabeza, que se activa al apretar los dientes.
  • Dolor en los músculos y/o articulación de la mandíbula.
  • Movimiento limitado o bloqueo de la mandíbula.
  • Rigidez en los músculos de la mandíbula.
  • Dificultad o molestias para masticar.

Hay que decir que las fracturas del propio disco articular no son muy frecuentes, pero sí que puede dislocarse provocándonos inflamación y dolor profundo. En cuanto a patologías como la artritis, y a diferencia de otras articulaciones como las rodillas y la cadera, en la ATM es muy poco frecuente y difícil de tratar con solo medicamentos antiinflamatorios. Sin embargo, el dolor de la ATM suele ser temporal y puede tratarse con una combinación de frío y calor para aliviar los ligamentos y los músculos adoloridos que rodean la articulación.

¿Cómo ayuda la fisioterapia al tratamiento de la articulación temporomandibular?

Este tipo de situaciones se resuelven bien con un tratamiento fisioterápico adecuado, la movilización del cóndilo y el restablecimiento de la función muscular adecuada.

Existen muchas alternativas al tratamiento de los déficits de movimiento mandibular, movilización condilar para obtener movilidad de las estructuras que sostienen el cóndilo, como puede ser la cápsula, la musculatura y los ligamentos temporomandibulares. Algunos de ellos son:

  1. Tratamiento de los puntos gatillo en cara y cuello, mediante frotaciones de los músculos afectos, digitopresión mantenida isquemiante, masaje de Cyriax y estiramientos miofasciales. De esta forma resolveremos problemas como las cefaleas.
  1. Manipulaciones tanto de la mandíbula como de las vértebras cervicales ya que existe una relación muy estrecha entre ambas.
  1. Deslizamientos articulares y distracciones intraorales, con el fin de readaptar la situación del cóndilo a las nuevas demandas biomecánicas flexibilizando las estructuras que lo impiden.
  1. La combinación de  masaje terapéutico y estiramientos de la región cervical y de la cavidad oral mejora el rango articular, y ayuda a aliviar y reducir la frecuencia del dolor en casos de disfunciones temporomandibulares sin necesidad de cirugía ni intervenciones farmacológicas.
  1. Drenaje linfático de la cara y el cuello. Esta técnica evitará el estasis linfático y mejorará la reabsorción de los edemas que pueden producirse en torno a la ATM.

Más allá de estos tratamientos de fisioterapia, existen otros muchos que pueden evitar o postergar otros más invasivos como los farmacológicos o las propias cirugías. Desde Benalterapia te invitamos a que nos consultes cualquier duda que tengas y a que intentes mantener una correcta higiene postural como principal herramienta preventiva para evitar que tu ATM se resienta.