Podríamos decir que la traumatología fue una de las primeras especialidades médicas en aplicar la fisioterapia como parte de sus tratamientos y procesos de recuperación. Y es que un alto porcentaje de pacientes que acude a una consulta de fisioterapia lo hace para tratar patologías traumáticas como roturas, golpes, tracciones, etc. La razón es muy simple: las lesiones traumáticas son las más comunes en la población ya que se producen tanto en su actividad diaria, como en el ámbito deportivo, laboral o, por desgracia, debido a accidentes de tráfico.
Con todo ello la fisioterapia traumatológica es una especialidad indicada para el tratamiento de las lesiones del sistema músculo esquelético, óseo y ligamentoso de las diferentes partes de nuestro cuerpo.
Una lesión traumatológica se produce cuando la intensidad supera la elasticidad del hueso y éste se rompe.
Tras estas lesiones nuestro cuerpo es capaz de producir las sustancias necesarias para reconstruir los tejidos lesionados. En el caso de los huesos, y pese a que son estructuras bastante resistentes, se pueden romper. La buena noticia es que, pese a esto, también poseen una capacidad de regeneración muy alta.
Patologías que trata la fisioterapia traumatológica
- Lesiones ligamentosas: esguinces, roturas ligamentosas…
- Luxaciones (cuando un hueso se desencaja de la articulación y no vuelve a su posición natural), artrosis, artritis…
- Lesiones musculares: rotura fibrilares, contracturas, atrofias…
- Calcificaciones
- Lesiones quirúrgicas derivadas de la preparación preoperatoria y la recuperación postoperatoria.
- Problemas discales (hernias, protrusiones)
- Tendinopatías: codo de tenista y golfista, tendón de Aquiles, trocanteritis…
- Patologías de rodilla (menisco y rótula)
- Hombro congelado, patología del manguito de los rotadores
Objetivos de la fisioterapia traumatológica
Partiendo de la premisa de que cada lesión y paciente tiene sus propias particularidades, los objetivos que persigue la fisioterapia traumatológica podrían resumirse en estos:
- Aliviar el dolor.
- Reducir la inflamación.
- Recuperar la movilidad.
- Incorporación a las actividades de la vida diaria y práctica deportiva.
- Prevención y control del deterioro físico.
Para conseguir estos objetivos, y siempre tras la evaluación inicial por parte del fisioterapeuta, éste establecerá un tratamiento que, en muchas ocasiones, combinará diferentes técnicas fisioterapéuticas en función de las necesidades del paciente. Por ejemplo, aplicación de calor o frío en las zonas afectadas, manipulación y movilización articular, electroterapia o ejercicios de potenciación muscular.
Recuerda que si padeces alguna de las patologías que trata la fisioterapia traumatológica y que hemos detallado en este post, en Benalterapia podemos diseñarte un programa especializado de sesiones de fisioterapia que acabará con ellos.
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